¿Cuál es el objetivo de la educación? Una respuesta en la muchos estarán de acuerdo es que lo más importante de la enseñanza es brindar herramientas que les serán útiles a las personas para alcanzar sus logros de vida.
Este concepto se relaciona en cómo impartir educación fuera del modo autoritario y de imposición de conductas, premios y castigos. Lo anterior se evidencia en una estructura que dice al niño: “si haces X, logras Y ”, generando molestias en los niños porque pueden creer que las cosas se le piden de forma arbitraria; además, que esta técnica finaliza cuando ellos entienden que pueden conseguir “Y” sin realizar “X”.
Por último, en el caso de la educación por premios, se puede conseguir que la valoración de conceptos y actividades cambie; es decir, que la recompensa se vuelve lo “bueno” y no el aprendizaje que toma el realizar distintas tareas.
Una contraparte al modelo autoritario, según los psicoterapeutas Jorge Bucay y Demián Bucay, es la “manera de la paternidad”. Esta propuesta tiene una organización que se basa en tres elementos:
1. Guiar
2. Enseñar
3. Motivar
En esta propuesta, “motivar” tiene un énfasis especial y los padres o educadores pueden usar la comunicación y la explicación de razones lógicas, de manera cercana y creativa para que los niños puedan realizar determinadas acciones.
Para actuar en este modelo, es importante expresar que “X” tiene una consecuencia probable y natural, lo que cambia la estructura de autoridad y pone a la educación en un plano protagónico. Este cambio, incluso, propone al error como parte de la motivación para que los niños puedan llegar a sus conclusiones sobre las consecuencias.
Este concepto complementa el proceso de formación por el que pasan los más pequeños y los lleva a comprender desde temprano la importancia de la toma de decisiones.
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