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Amable, siempre sonriente y con una gran vocación de servicio, así se mostró David Sagñay, Voluntario Telefónica, al recordar y contar su experiencia en Vacaciones Solidarias Internacionales en Panamá.
El vínculo entre David y el voluntariado comenzó hace varios años, cuando él fue participante y beneficiario del programa de Fundación Telefónica para la erradicación del trabajo infantil “Proniño”. Fue en este periodo que la curiosidad por ayudar se convirtió en una causa para David.
 
“De niño yo quería saber qué se sentía, cuál es la emoción y el don que tiene uno para ayudar a los demás”.
 
Años más tarde, David, como Voluntario y colaborador de Telefónica, pudo ejecutar dos proyectos de voluntariado con el respaldo de Fundación Telefónica. En estos espacios, David ganó experiencia con trabajo en educación, readecuación y equipamiento de espacios.
Con cada actuación como Voluntario, David se quedaba con ansias de seguir en nuevos proyectos relacionados; para él es valioso dar continuidad a este tipo de trabajo, que aporta de manera social y le permite salir de la cotidianidad. Esta manera de ver al voluntariado fue lo que llevó a David a participar en el proyecto Vacaciones Solidarias Internacionales (VSI) 2018 en Panamá.
Con el apoyo de su familia, David donó sus semanas de vacaciones para ser parte de esta actividad que se realiza de manera anual y apoya a la educación de niños y niñas en situación de vulnerabilidad; además, en esta ocasión contó con la colaboración del programa de innovación educativa ProFuturo que, con herramientas tecnopegagógicas y acompañamiento docente, busca reducir la brecha digital.
VSI significó un antes y un después para David. Convencido de dar lo mejor sí y con pocas expectativas, se sorprendió, desde el inicio del proyecto con la unión de los Voluntarios y la alegría y sencillez de los niños y niñas de la escuela San Antonio, ubicada en el distrito de Barú, provincia de Chiriquí, Panamá.

Un evento que hizo especial el viaje de David, desde su llegada, fue el primer taller entre los Voluntarios con los padres de familia. En él se encontraban los padres de Benjamín, un niño que por distintas circunstancias no asistía a la unidad educativa. Por el compromiso de una Voluntaria del equipo y el apoyo de David esta familia pudo escuchar su testimonio de pasar de niño trabajador a ser un profesional. Este acercamiento fue un motivante para que Benjamín asista como oyente a la escuela y logre incorporarse como estudiante en posteriores semanas.

“No sabemos qué puede pasar en el futuro por un niño; él puede sentirse motivado por el trabajo de los voluntarios y llegar lejos”.

Entre las actividades que realizaron los Voluntarios, procedentes de siete países, se encontraban dinámicas en clases, trabajos de construcción de espacios educativos, pintura de murales, apoyo con los niños y niñas, presentaciones culturales y la creación de clases de reciclaje en la plataforma de la solución ProFuturo.
ProFuturo tiene el proyecto Aula Digital en la escuela San Antonio. David pudo acercarse a esta iniciativa de Fundación Telefónica y Fundación Bancaria “La Caixa” y para él fue claro su objetivo de dar acceso a herramientas digitales para impulsar la educación del siglo XXI.
 
“Yo veo que es una herramienta positiva para el desarrollo de la sociedad. ProFuturo puede llegar a espacios rurales para que tanto los niños de la ciudad como los del campo estén a la par”.

Vacaciones Solidarias Internacionales fue un proyecto enfocado en los niños y niñas y David se entregó para dar los mejores resultados. Él ve a esta experiencia como única y con gran impacto positivo.
 
“Ellos dejaron una huella positiva en mí, yo también espero haberla dejado en ellos”.
 
Con un equipo de Voluntarios conformado por personas de Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, España, Panamá y Perú, David aprendió más sobre la igualdad y que ayudar a otros también es una oportunidad.
 
“Dar dos semanas de vacaciones para el proyecto fue lo más beneficiosos que recibimos todos los Voluntarios”.
 
A su regreso de Vacaciones Solidarias Internacionales, David se sintió satisfecho y ahora está más motivado para contribuir con su tiempo y esfuerzo a esta causa que puede crear más voluntarios en el futuro y causar un efecto.
 
“El voluntariado es un proyecto con valor y único, porque identifica a las poblaciones que más necesitan y las experiencias no se pueden repetir”

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