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La inmersión y uso del Internet es más acelerado y sus usuarios perfilan distintas edades. La navegación desde edades tempranas es más latente y su contraparte, los adultos mayores, están cada día más interesados en la conexión virtual. Ante esta realidad, es preciso conocer las ventajas, retos y peligros que existen cuándo los ciudadanos ingresan a la web.

Ana Daniela Naranjo, jefa del programa ProFuturo participó en la “Semana de Seguridad Digital” realizada por el Ministerio de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (MINTEL) dónde abordó temas relacionados con la construcción de la ciudadanía digital mediante el uso responsable del Internet. La iniciativa pretende incrementar la apropiación de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en la población para lograr el desarrollo social, equitativo e inclusivo del país. A la par, mediante las alianzas estratégicas se busca incrementar la digitalización de los sectores productivos que contribuyan al desarrollo sostenible del país.

Durante su intervención, Daniela habló sobre cómo forjar una buena identidad y reputación digital tomando como base la participación responsable en la red, trasladando el respeto a los entornos virtuales y logrando un acceso justo para todos. “Ser un buen ciudadano digital”, no solo implica conocer los riesgos que se generan en la web, es preciso brindar una autonomía dónde cada usuario sepa las oportunidades y límites de las TIC, este proceso se consolida con la educación y participación desde edades tempranas. Los niños y las niñas deben conocer y acceder a todos los beneficios que otorga la era digital a nivel educativo, cultural, tecnológico, social y/u ocio.

Los internautas deben lograr el reconocimiento del “otro como un individuo diferente, que no forma parte de su propia comunidad” un sujeto que merece respeto y del cuál puede aprender otras formas de concebir al entorno digital. La malla curricular habla de cómo ser un buen ciudadano, esta materia debe llevar también sus principios a los espacios virtuales para forjar el desarrollo del pensamiento crítico, dónde cada persona esté en la capacidad de entender los derechos y responsabilidades adquiridos al ingresar a cualquier dispositivo y aplicación digital y a través de ello pueda tomar decisiones que no afecten a la comunidad.

En la actualidad el papel de los internautas cambió, ahora son “prosumers” sujetos en la capacidad de consumir y generar contenidos y por ello la importancia de la corresponsabilidad para recibir y emitir opiniones, empezando desde las normas básicas de convivencias en los entornos sociales y digitales. El respeto hacía el otro empieza por “identificar qué acciones me perjudican a nivel personal y como tal qué actividades pueden ser nocivas para otras”. En este aspecto la “netiqueta” (adaptación de las reglas del mundo real al digital) es el camino para construir buenos ciudadanos. Entre este conjunto de normas de comportamiento se señalan los siguientes:

  • Respeta la privacidad y los deseos de las otras personas
  • Piensa antes de publicar
  • Crea ambientes amigables
  • Identifica cuándo utilizar espacios públicos y “privados”
  • Usa de manera correcta las palabras, signos, mayúsculas y emoticones
  • Modera críticas y comentarios
  • Utiliza los sistemas de denuncia y reporte si fueran necesario
  • Sé responsable de tus actos

“Todo lo que sale en Internet es público” esta premisa es indiscutible. Generar mecanismos y líneas de comportamiento acorde a las normas establecidas hace un “ciudadano de bien” y contribuye en la construcción de la “reputación digital” que se traduce en la percepción pública de una persona, organismo, empresa, etc., es una carta de presentación y se ha dicho cientos de veces “la primera impresión nunca se olvida”. Es erróneo pensar que el contenido generado se cierra en los círculos sociales establecidos, existen fugas de información y cada sujeto es proclive a este percance. Además, los contenidos temporales como los estados de WhatsApps, historias de Instagram, Facebook y/o shorts de YouTube no desaparecen al culminar su tiempo, la duración y alcance de estos puede llegar en algunas ocasiones  a lugares y personas inadecuadas. Durante su intervención, Daniela mencionó  ciertos ítems a considerar al momento de incursionar en el mundo web:

  • Crea perfiles de redes sociales con información responsable
  • Configura la privacidad y seguridad de cada red
  • Genera una participación  responsable en la red
  • Conoce dónde pedir ayuda en caso de requerirse

La participación en el mundo digital es ineludible, en este sentido,  el control de las acciones no debe verse como una coerción de los derechos de libre expresión, al contrario, se motiva la participación equitativa siendo la premisa la empatía y el respeto  mutuo durante la navegación y la interacción. A la par, los usuarios deben aprender a diferenciar los espacios públicos y privados dentro de la red, entender dónde terminan sus derechos y donde comienzan los de los demás.  Todos y todas contribuimos a la cimentación de un internet más seguro mediante el uso responsable y adecuado. Las personas informadas sobre las situaciones de riesgo, medidas preventivas y cuidado del otro pueden considerarse plenos ciudadanos digitales capaces de disfrutar de sus derechos en connivencia con los derechos ajenos.

 

Ciudadanía digital y uso responsable del internet
Ciudadanía digital y uso responsable del internet