Houdini. Fotografía 3D

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Son muy pocas las personas en la historia que solo necesitan de su apellido para ser reconocidas. Seres que por su legado no necesitan de una introducción en cualquier punto del globo. Personajes extraordinarios que se instalaron para siempre en la memoria colectiva por razones diferentes, en este caso, el de haber sido la primera gran estrella global, un hombre sin fronteras que fue no solo uno de los más grandes maestros del ilusionismo, del escapismo; sino también de la autopromoción, un publicista adelantado a su tiempo que hizo bailar a los medios a su ritmo, un genio, un obsesivo, un hijo y marido fiel, un cazador de espiritistas. Houdini o para quiénes no lo conozcan, Harry Houdini.

Pero esta no es la historia de la magia, sino la de un mago en especial, cuyo nombre permanece -a casi 92 años de su muerte- como el del máximo referente, aquel que todos admiran, copian y quieren superar.

Fundación Telefónica Movistar organiza en Ecuador la muestra “Houdini. Las Leyes del Asombro”, hasta el 14 de septiembre y con entrada gratuita; una exposición que recorre la vida, los hitos y la personalidad del gran escapista. ¿Cómo se convirtió este húngaro, llamado Erik Weisz, en el máximo referente del género? Haciendo una revolución, tomando la ya existente y elevándolo un escalón más, y otro, y otro.