Piensa en todo lo que se puede conectar a Internet; desde lo más obvio: celulares, computadores, tabletas; hasta lo más inesperado: máquinas de café, gafas, lámparas, lavadoras y más.
Esta conexión hace que dispositivos, equipos y sus componentes recojan y transmitan datos. Las redes que se crean a partir de esta información determinan nuevas relaciones entre personas y cosas y entre cosas y cosas. Por ejemplo, imagina que algún equipo de tu lugar de trabajo se quede sin insumos y pueda usar la red para pedir sin la ayuda de nadie una recarga.
Este concepto es denominado el “Internet de las cosas” e impactará nuestra vida en todos los niveles. El terreno para que esto pase ya está preparado: Internet es cada vez más accesible, y, si lo piensas, todos poseen aparatos que se puedan conectar en sus casas y oficinas.
El Internet de las cosas se desarrolla en espacios cotidianos y también en otros, más complejos, como en la planificación de las ciudades; una muestra es la creación de sistemas que mejoran el tráfico de vehículos o la movilidad de los peatones, este es sólo un ejemplo de las, casi, infinitas posibilidades que nos brinda el Internet de las cosas.
Por ahora, este concepto es evaluado por académicos, gobiernos e interesados en tecnología para conocer cómo será el choque en una sociedad en la que la mayoría de dispositivos se conecten entre sí.
Para terminar, si te preguntas qué es lo que puedes hacer en este escenario. La solución está en informarte y conocer sobre los avances de este panorama para que, de esta forma, puedas usar los objetos que tienen conexión de la mejora manera.
Noticias Relacionadas: