El interés por entender a las generaciones millennials y Z ha tomado mucha fuerza. Según el asesor de comunicación Antoni Gutierrez Rubí, en su libro “Millennials en Latinoamérica, una perspectiva desde Ecuador”, la atención que la sociedad tiene por dichos grupos se debe a su peso demográfico, su capacidad de influencia y su relación con la tecnología.
Las características anteriores influyen en la interacción de estas personas en las áreas donde participan; una de las más importantes es la educativa. En este caso, la presencia de los millennials en las escuelas, colegios y universidades ha generado cierto cuestionamiento sobre la diferencia generacional que tienen con sus docentes.
Según el filósofo y académico, Alejandro Piscitelli en su charla Profesores vs. Millennials, la brecha entre docentes y alumnado se relaciona con una “pérdida de la autoridad de los adultos” y no a un uso de las tecnologías, como se ha mencionado en otros medios. Piscitelli relaciona a esta situación con un “conflicto alfabeto generacional”, en el cual jóvenes y adultos no tienden a ponerse de acuerdo en el “cómo” ni en el “qué”.
La percepción que tienen los millennials de sí y la que tienen sus jefes de ellos, ejemplifica esta situación. Según Piscitelli, esta se presenta en cualidades como la sociabilidad, los millennials creen que son sociables en un 65%, mientras que sus jefes los califican en un 14%; a este dato se añade su habilidad tecnológica, estos jóvenes creen que la dominan en un 35% frente al 86% que les dan sus jefes.
Adicionalmente, Piscitelli añade que la tecnología es un aliado para la educación puesto que siempre han coexistido. Los ejemplos que justifican este punto se basan en la palabra, como una primera tecnología, la tiza y el pizarrón, como la segunda, y así continúa la lista que incluye la invención de la imprenta y el uso de Internet. Además, comenta que la solución a esta problemática se relaciona con la adopción de nuevas actitudes, disposiciones, marcos mentales y la adaptación del maestro a los cambios.
En la publicación “Gigantes de la educación, lo que no dicen los rankings”, se presenta el caso de Maurice de Hond, fundador de la organización “Educación para una Nueva Era” de Holanda. De Hond, inspirado en las habilidades de su hija de 6 años al manejar un ipad, creó esta institución que usa la tecnología en el aprendizaje. Uno de los aspectos que Maurice quiso demostrar fue que los adultos pueden acercarse y dominar las tecnologías para aportar en la formación de los jóvenes.
Al concluir, la solución al “conflicto alfabeto generacional” se encuentra en la apertura de conversaciones, la capacidad de gestión y el entendimiento a la naturaleza de las organizaciones actuales, y, para llegar a ella, los docentes se pueden apoyar en los productos tecnológico-culturales que consumen los jóvenes y a reinventar la tecnología en la educación con herramientas y programas de uso abierto y colaborativo, como el Hardware libre Arduino.
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